Entrevista con la Fachada de Piedra…

POR: JULIO RIOS

El apacible pueblito de Venta del Astillero ve rota su tranquilidad en pocas ocasiones. Incluso el tránsito vehicular o el paso de ferrocarril forman parte de la monotonía de la pequeña comunidad. Pero de repente, desde una casa en una empedrada calle se escuchan los acordes de la pieza “Black Magic Woman”  que surgen de una guitarra Fender Stratocaster. Quien ensaya es ni más ni menos que Miguel “Mike” Ochoa, líder de una de las bandas más legendarias del rock tapatío: La Fachada de Piedra, aún activa.

Stone Facade”, como se hacían llamar en inglés, fue el único grupo tapatío que tocó en el Festival Rock y Ruedas de Avándaro en 1971, y es una de las bandas históricas de la escena jalisciense junto a los pioneros Spiders, los Gibson Boys, la Revolución de Emiliano Zapata y 39.4, entre otros.

Miguel y su esposa Carmen, vocalista del grupo, viven en esta comunidad, donde comparten su amor mutuo y su pasión por la música con sus mascotas: dos gatos y un perro. La sala está llena de fotos y recuerdos de las “tocadas” de los años 60´s y 70´s en la época de oro del rock n roll, esa que sus corazones no olvidan y que revivirán durante finales del próximo octubre con la reunión de los miembros originales de la banda.

La Fachada de Piedra se fundo en 1967 por los guitarristas Miguel Ochoa, de Guadalajara y Tony Baker, de Oakland, California; así como el bajista Mark Havey y el baterista Thomas Yoakum. Actualmente, Tony es maestro de música en California, donde también reside Thomas, mientras que Mark vive en Honduras. “El Mike” sigue como líder del grupo.

“Los tres (Tony, Thomas y Mark), me han confirmado que estarán aquí en Guadalajara para revivir la formación original de La Fachada de Piedra. Yo no lo creeré hasta verlos aquí, pues sería un sueño hecho realidad volvernos a reunir y revivir esas épocas gloriosas cuando hacíamos música juntos”, revela Miguel Ochoa en entrevista para Proceso Jalisco.

El reportero, es testigo de la charla telefónica entre Thomas Yoakum y Miguel Ochoa, quienes se ponen de acuerdo en el repertorio que ofrecerán tanto en las Fiestas de Octubre como en varias presentaciones en el Bar Barba Negra (Black Beard), donde tocan cada fin de semana hace 15 años siempre con llenos totales.

“La gente nos ha recibido excelente en el Bar Barba Negra. Ahí se reúnen tres generaciones, hijos, padres y abuelos, para escuchar esta música que sigue vigente: el blues y el rock n roll”, dice Miguel Ochoa. Su esposa Carmen interviene y señala: “Ya hemos tocado en las bodas de siete parejas que se conocieron en el bar, y s enamoraron oyendo nuestra música”.

De “Guanatos” para Avándaro

La historia musical de Miguel Ochoa inicia en 1964, cuando formó un grupo llamado The Beat Makers, junto a Miguel Angel Echeverry, Rafael Gold y Felipe Sanz, el cual estuvo activo hasta 1966.

“Después, durante un año tuve un café cantante que se llamaba El Clan, allá por Jardines del Bosque, el cual me lo decoró el pintor Alejandro Colunga, quien realizó ahí algunos murales. Sin embargo las autoridades clausuraron el bar en dos ocasiones, pues en aquellas épocas el gobierno era muy represor y censuraba el rock n roll. Entonces estuve en la encrucijada, o ser negociante o músico y obviamente mi pasión era la guitarra”, recuerda Ochoa.

De este modo, en 1967 fundó la Fachada de Piedra, junto a Tony Baker, Mark Havey y Thomas Yakum, quienes estudiaban en Guadalajara. El nombre del grupo lo propuso Dina, esposa de Mark. “Ellos radicaban por Chapalita, y allá había un castillito con una fachada con puras piedritas boloncitas, muy bonitas y el nombre quedó perfecto pues es fácilmente identificable”, explica “El Mike”.

Así empieza una trayectoria de éxito ascendente cuyo climax fueron dos presentaciones: una en el Teatro Degollado alternando con los Dugs Dugs, de Durango y en la que lograron llenar el recinto, y la otra en Avándaro.

“Nuestra compañía disquera nos invitó, pues en Avándaro querían tener un grupo de Guadalajara y pensaron en nosotros. Ha sido la experiencia más impactante de nuestras vidas, al tocar ante 200 mil personas. Recuerdo que nuestro vocalista fue por comida y de repente nos dijeron los organizadores que teníamos que subir al escenario ya, y por eso Enrique Larry Sánchez, del grupo 39.4 se echó un palomazo en dos o tres rolas y después ya llegó nuestro vocalista. Fue una presentación redonda. Recuerdo que cuando la gente gritaba y cantaba tapaba al equipo de sonido. Fue como sentir electricidad y adrenalina”, rememora Ochoa, uno de los más grandes talentos de la guitarra en Jalisco.

Aquella prolífica época de La Fachada de Piedra quedó inmortalizada en dos producciones discográficas en acetato: una de 1971, llamada: “La Fachada de Piedra en Avándaro” en el que destaca su éxito “Roaming”, compuesto por Tony Baker y otra de 1972, titulada simplemente “La Fachada”, que incluye, entre otros, los temas “Same Old Story” y “Walking The Dog”, de Miguel Ochoa.

Ahora estas producciones están descatalogadas y son toda una joya de coleccionista. Aunque sorprendido, Ochoa muestra al reportero un doble disco compacto con la remasterización de aquel material y un concierto de 1972 en el auditorio Angela Peralta. Esta grabación no oficial está hecho en Alemania, es original y tiene alta calidad en su sonido. “Pero económicamente no nos reditúa pues no recibimos un peso de estos discos que no sabemos ni quien los fabrica. Aunque nos sirve para permanecer vigentes”.

Exilio y resurrección

Pasó la segunda mitad de los años 70´s y tanto Tony como Mark y Thomas regresaron a los Estados Unidos. La Fachada se mantuvo tocando con varios cambios en su alineación. Por sus filas han pasado músicos de la talla del baterista Guillermo Olivera y el tecladista Servando Ayala, ambos de Los Spiders; así como el bajista Adrián Cuevas y Edmundo Pérez. En 1977 se integró al grupo Carmén Hernández, quien era fan del grupo y vocalista de 39.4. Carmen se casa con Miguel y desde entonces son el alma de La Fachada.

“Avándaro fue una gran experiencia para muchas bandas, pero también fue un atrevimiento y una ofensa para el gobierno, que a partir de entonces reprimió a los músicos. Se clausuraron los cafés cantantes y el rock estaba prohibido. Unos tuvieron que irse a los hoyos fonkis a tocar en la clandestinidad y otros cambiaron la guitarra por un portafolio y se fueron a vender seguros”.

La represión gubernamental y el auge de la música disco terminaron por sepultar al rock n roll y a la música en vivo, por lo que Miguel y Carmen se refugian en los Estados Unidos a partir de 1979.  “Allá trabajábamos en una tienda de música y formamos un grupo llamado The Blues Nucleus y también a veces nos juntábamos a tocar con Lalo Torral y Fito de la Parra,(famoso por haber participado en Canned Heat). Tocábamos por no perder la pasión pero en realidad dependíamos del salario de la tienda de música”, recuerda Carmen.

Durante más de una década, la única aparición pública de Miguel Ochoa, fue en 1989, acompañado siempre de su fiel compañera Carmen. Fue en el Distrito Federal, en el Teatro Blanquita, alternando con El Tri, de Alex Lora, Lalo Toral, de Los Locos del Ritmo y Fito de la Parra.

Mientras tanto, en Guadalajara el movimiento de rock renacía en foros como La Peña Cuicacalli. Gracias a grupos como El Personal, Sombrero Verde y Rostros Ocultos la gente volvió a voltear sus ojos al rock. Este resurgimiento motivó a Miguel y a Carmen a regresar a Guadalajara en 1992. “Con el nuevo boom, muchos viejos músicos sacaron los instrumentos del closet”, bromea “El Mike”.

Desde entonces se vuelven a integrar a la escena musical jalisicense, en el Bar Barba Negra, en la Colonia Americana de Guadalajara, abarrotando el lugar cada fin de semana. Ambos, Carmen y Miguel son frecuentemente abordados por la prensa musical estatal y nacional. Además, ella imparte un taller de vocalización para jóvenes cantantes.

Y es que las nuevas generaciones admiran a La Fachada de Piedra. Y tanto Miguel como Carmen también se sienten orgullosos de la actual escena tapatía. “Ellos tienen la rebeldía y las ganas de comerse al mundo como nosotros la teníamos en los 60´s. Eso es bueno. Es lo mismo que antaño, solo cambia la manera de tocar. Ellos lo hicieron a su manera y nosotros a la nuestra”, dice Carmen Ochoa, quien elogia a bandas tapatías de la actualidad, como Azul Violeta y Galápagos, con quienes grabó algunos temas. Por su parte, Miguel dice admirar el talento de grupos jóvenes de la ciudad como Barrio Zumba y Perros Quemados.

Su nuevo auge los hizo presentar en el año 2002 un nuevo disco compacto y un DVD, ambos en vivo, que se agotaron como pan caliente. En el 2007 se realizó una reunión por el 40 aniversario del grupo, pero no estuvieron todos los miembros originales, solamente Tony Baker y Thomas Yoakum. Esa mágica noche también fue inmortalizada en CD.

2 respuestas to “Entrevista con la Fachada de Piedra…”

  1. jose angel rodriguez zepeda Says:

    Qué buena entrevista Julio, de verdad que me da gusto saber que grupos como La Fachada, Spiders, 39.4, entre otros de aquella época de finales de los 60 y los 70 siguen en la lucha por mantener vigente el rock mexicano y en este caso el tapatío del que me honro en haber pertenecido no como músico sino como comentarista por medio de mis escritos publicados en revistas como Dimensión, Conecte, Pop, México Canta, Fans, Notitas Musicales, Rock Poster, Balada Poster, entre otras. Hoy, gracias a esta magia del internet resulta fantástico volver a recordar aquella época que de otra manera sería imposible. Y gracias a gente nueva, como tú, Julio, seguimos conociendo la vida y los quehaceres de aquella gente que fueron tan importantes en la historia del rock mexicano y sobre todo el tapatío. ¡Enhorabuena!

    • Julio Alejandro Says:

      Mil Gracias por los comentarios José Angel. Estamos en contacto. Y pues el rock n roll es la energía que mueve al mundo. Así que sigamos alimentandonos de ese combustible espiritual.

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