Rostros Ocultos: Un Cuarto de Siglo en el rock N Roll

POR: JULIO RIOS

La banda tapatía Rostros Ocultos cumple un cuarto de siglo en el rock and roll, y para celebrarlo editaron un nuevo disco compacto titulado Once:Once, el cual presentaron el próximo 19 de febrero en el Teatro Diana.

El combo formado por Cala de Villa en las voces, Arturo Ybarra en la guitarra, Alfonso Martínez, en el bajo y “Bola” Domene, en la batería, hablan con el reportero sobre estos 25 años de carrera, en los que han sido testigos y actores de la evolución del rock tapatío.

“Finalmente, después de darle tantas vueltas al asunto, los chavos están volviendo a lo básico, a lo orgánico, al sonido sin tanta tecnología, a esa actitud en el escenario, la actitud del rock n roll. Eso es lo que hemos hecho durante 25 años, un sonido clásico de bajo, guitarra y batería. Queremos demostrar que el talento es más importante que la tecnología. Sin software, ni trucos Y es que no hay nadie que con maquinas haya hecho lo que logró Led Zepellin o gente así”, explica Arturo Ybarra.

Entrevistado en su local de ensayo, sentado en la alfombra, Arturo se echa hacía atrás su  blanca y larga cabellera y comenta sobre su nuevo material; el octavo en su carrera. “En esta nueva obra nos volvemos a juntar Cala, Alfonso y “Bola”, quien se salió de La Lupita y regresó a Guadalajara. La idea es  recuperar el sonido que nos dio a conocer. El material tiene 13 tracks inéditos y se incluye una nueva versión de El Final, que es la canción más representativa de los Rostros”.

El vocalista Cala de Villa, interviene: “Hemos tocado durante 25 años que suena fácil decirlo, pero para ser un banda de rock que se mantenga ajena a los medios, es más complicado. Para nosotros es regreso a los medios con este disco. Porque hemos seguido tocando pero sin estar ligados a ellos. No nos une la nostalgia ni vivimos del pasado. Nos gustó el ensamble y nos gustó el sonido”.

Rostros Ocultos se formó en Guadalajara, en 1985. Sus músicos tenían diferentes influencias. Arturo tocó heavy metal progresivo de 1982 a 1985, con el extinto grupo Mask, cuyo cantante era el conocido José Fors. A su vez, Cala de Villa venía de un proyecto de música rockabilly y punk.

“Por eso el resultado de nuestro sonido es una mezcla interesante. Cuando apareció Rostros sorprendió porque sonaba progresivo con una estructura un poco más bien hecha que el pop común. Ese virtuosismo de Arturo se mezcló con la energía mía. Ese es el sonido que queríamos recuperar para el nuevo disco Once: Once y creo que se logró”, señala Cala.

El concepto completo se presentó  el 19 de febrero con un show teatral y audiovisual. Para ello contaron con la participación de “Jobo” Panteras, quien fue editor del famoso filme “Una de Balazos”. También estarán invitados varios artistas de la comunidad rockera tapatía, como “El Jafo”, de Plastiko y José Fors. También participaron en el concierto y Kenny, ex de Los Electricos. Estaba invitado el bajista Sabo Romo, ex de Caifanes, pero un día antes fue hospitalizado de emergencia.

“Hay bandas para oír en disco y otras para ver en vivo. Nosotros básicamente somos una banda para ver en vivo. No somos banda plástica como las que se escuchan ahorita en el radio. Somos una banda de música, energética y poderosa”, señala el hiperactivo Cala, mientras soba su cabeza totalmente rapada  y se recarga en un gigantesco amplificador.

Sobrevivientes de las modas

Con éxitos como “El Final”, “Abre tu Corazón” y “Tiempo de Cambiar”, Rostros Ocultos fue parte de la explosión del rock en español en los años ochenta. Sin embargo, luego las modas cambiaron y desde entonces siguieron tocando con un perfil más modesto, alejados del candelero. Además de que emprendieron otros proyectos. Cala grabó un disco solista y Arturo fundó el grupo de música cristiana “Luz Aquella”.

“Guadalajara es ciudad de modas. De repente estuvo el funkie, el reggae, el ska, el electrónico. Y nosotros nunca hemos seguido la moda. Siempre hemos sido una banda muy ecléctica, porque cada quien tiene gustos distintos. Seguimos sigue teniendo la esencia de una banda de rock de garage, honesta, que surgía sin buscar la fama o la moda” señala Arturo.

Para el virtuoso guitarrista el único trago amargo en estos 25 años es ver como las disqueras juegan con las carreras de la gente. Y lo detalla: “Hay bandas con gran vuelo pero los medios ya no las tocan. Y ahora te cobran y si no tienes ese apoyo la cosa se atora. Nosotros por lo menos hacemos lo que nos gusta. Somos más plenos y felices actualmente, la independencia esta chida y es el lado positivo. Nosotros podemos producirnos sin nadie que nos limite”, señala.

Por su parte, el vocalista Cala de Villa habla de la actual contaminación de los medios electrónicos. “Es deprimente. Prendes el televisor para que te den tu dosis de miedo. Mucha de la prensa trata de exaltar cosas así. Y  desgraciadamente se fijan más en cosas que no tienen importancia: cirugías, divorcios, infidelidades de los artistas, pero no en la labor musical”

Interviene Arturo Ybarra: “Desgraciadamente hay una epidemia de tontería en la televisión. Debería haber contenido. Se habla mas de Irma serrano, Niurka y cosas así, que para mi no son artistas; mientras los verdaderos artistas están en la calle muriéndose de hambre y para ellos el chiste es lo que vende. Nosotros no nos queremos meter a ese rollo y nunca quisimos eso. Por eso amamos nuestra independencia”

En cuanto a la propuesta lírica del disco, las temáticas son basadas en los sentimientos humanos. “Y es que entre tantas noticias de violencia en la televisión, queremos que la gente se relaje, disfrute. Por eso hablamos mucho del amor. Son letras universales. Partes de historia cotidiana. Es una estupidez pensar que el amor es de adolescentes. Aunque también hay temas de crítica social, como “Estrella Fugaz”, que habla de una niña de la calle, y “Nada Cambia”, que habla de política”.

“Once: Once” es el octavo disco de Rostros Ocultos. Le precedieron “Disparado”, de 1987; “Abre tu Corazón”, de 1989; “Divididos”, de 1992; “Músicos, Poetas y Locos”, de 1995; “Dame Una Razón, de 1997; “15 Celebración”, de 2001; y Renacer, de 2003.

–         ¿Porqué tanto tiempo entre Renacer y este último disco?

–         “No se trata de hacer discos por hacer. Hoy en día hay una cultura de lo efímero y lo desechable. Pero nosotros somos de oficio a esto nos dedicamos y es lo mejor que sabemos hacer y queremos dejar material que trascienda con el paso de los años”- responde Arturo

–         ¿Cuál es el cambio más significativo que han percibido luego de 25 años en el rock?

–         “La tecnología. El Internet ha cambiado la manera de mercadear la música. Además para grabar La tecnología te permite copiar y pegar, afinar voces y hasta artimañas. Pero a nosotros nos gusta más la música de primera intención. Nos gusta más el sonido clásico de los instrumentos. Puras maquinas es aburrido”, dice Cala de Vila.

Interviene Arturo: “Lo que más me doy cuenta es que Rostros fue un alma matter para muchas bandas. Las estructuras que utilizamos ahora son las que las bandas están utilizando hoy en día. Nosotros tuvimos la influencia de bandas europeas, inglesas,  y las actuales, como Kings of Leon o The killers ahora están recuperando aquellas bases. Entonces sigue vigente nuestro rollo porque hacemos lo que siempre se ha hecho con una banda de rock, un sonido orgánico con una guitarra, un bajo, una batería.

–         ¿Cómo encaja una banda como ustedes en el siglo XXI?

–         Creo que el rock de Rostros es atemporal. En todas las épócas el rock n roll auténtico y honesto va a tener cabida siempre. Y creo que lo importante es ser juglar de tus tiempos. Hemos aprendido con los años quienes somos. Podemos sobrevivir otros 25 años. Es un oficio que nos ayuda a conocer lugares y formas de pensamiento y gente de todos estratos sociales. Hemos tenido momentos buenos y lo mejor es el reconocimiento de la gente aquí en Guadalajara. En 25 años ya van generaciones de papá e hijo a vernos y eso es el mejor homane para rostros.

PUBLICADO EN PROCESO JALISCO 7 D MARZO DEL 2010

Deja un comentario